En el total de la obra de la autora uruguaya destacan tres grandes temas: el amor y su contraparte el desamor, los celos y el despecho, la soledad, y naturalmente la muerte, pero no una desaparición física o abstracta en general, sino especialmente la que se refiere al deceso propio.
Por Sergio Inestrosa
Publicado el 27.9.2018
Idea Vilariño nació en Montevideo en 1920 y falleció en esa misma ciudad en el año 2009. Vilariño formó parte de la llamada Generación del ’45 junto a Mario Benedetti e Ida Vitale. Como esta última también Idea fue profesora, critica literaria y traductora.
Vilariño fundó junto a Manuel Claps y Emir Rodríguez Monegal la revista Número, que dirigió entre 1949 y 1955, y en la cual escribió trabajos especializados sobre la poesía del español Antonio Machado y del poeta uruguayo Julio Herrera Reissig, entre otros. Vilariño ejerció también la crítica literaria en revistas nacionales y extranjeras, como Clinamen, Marcha y Brecha, entre las primeras; y Plural, Texto Crítico y Casa de las Américas entre las segundas.
De entre sus libros de poemas los críticos destacan su primer libro titulado La suplicante (1945) y que a decir de los expertos es un texto despojado de lirismo y de toda retórica y que como tal fue una contribución esencial para la superación de la herencia modernista en la poesía uruguaya.
En 1947 publicó su segundo libro titulado Cielo, Cielo; a este le siguió Paraíso perdido (1949), Por aire sucio (1950), y Nocturnos (1955; cuya edición fue aumentada en 1976); Poemas de amor (1958) con prólogo del escritor uruguayo Mario Benedetti; Pobre mundo (1966) y No (1980). En el 2003 publicó la antología En lo más implacable de la noche, por la que en el 2005 obtuvo el premio de poesía José Lezama Lima concedido por Casa de las Américas.
Los expertos afirman que el conjunto de la obra de Idea Vilariño tiene una singular sensibilidad y que el núcleo central de su poesía está en la lúcida certeza del sin sentido de la vida, agravado por la experiencia personal de vivir un amor prohibido, y por la presencia de la muerte desde el instante mismo en que se empieza a vivir.
También se ha dicho, que los versos de Vilariño, notables por su autenticidad, tienen muchos puntos de contacto con las letras del tango; no en balde parte de su labor crítica la recogió en un libro titulado, Las letras de tango (1965). En su labor crítica también se dedicó a estudiar la problemática del ritmo en la poesía, como en sus libros La rima en Herrera y Reissig (1955) y en un trabajo sobre el inmortal poeta nicaragüense titulado Conocimiento de Darío (1988).
En su obra destacan tres grandes temas: el amor y su contraparte el desamor, los celos y el despecho, la soledad, y naturalmente la muerte, pero no una muerte general, sino sobre todo la muerte propia.
A continuación quiero compartir algunos de sus poemas para motivar al lector a adentrarse en la poesía de esta notable autora Voy a empezar con el poema que se titula “Ya no” y que está fechado en 1958; este poema refleja el despecho de una mujer frente a una relación que llega a su fin. Algunos críticos aseguran que este poema se refiere a la relación amorosa que Idea Vilariño tuvo con el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti y en la cual ella no podía aspirar a ser más que la amante, pues Onetti era un hombre casado:
Ya no
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
El siguiente poema titulado “Lo que siento por ti es tan difícil…” fechado en 1942 y que también expresa la dificultad de sostener amoríos prohibidos:
Lo que siento por ti es tan difícil
Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.
En el siguiente poema titulado “Decir no” fechado en 1968, vemos a una mujer que en sus palabras parece decidida a decir no, pero que en sus acciones no lo está; este poema es interesante pues hace referencia a Odiseo de camino a Ítaca, pero en este caso la experiencia es de una mujer.
Decir no
decir no
atarme al mástil
pero
deseando que el viento lo voltee
que la sirena suba y con los dientes
corte las cuerdas y me arrastre al fondo
diciendo no no no
pero siguiéndola.
Otro poema interesante en el que se respira la intensidad de la soledad en que se encontraba ella se titula “Sola” que está fechado en 1937, cuando Idea tenía apenas 17 años de edad.
Sola
sola bajo el agua que cae y que cae.
Los ruidos se agrisa, termina la tarde,
y siento que añoro o deseo algo,
quizá una lágrima que rueda y que cae.
Sola bajo el agua que cae y que cae,
sola frente a todo lo gris de la tarde
pensando que añoro o deseo algo,
quizá una lágrima color de la tarde.
Sola bajo el agua,
sola frente al duelo sin luz de la tarde,
sola sobre el mundo, sola bajo el aire.
Sola,
sola y triste, lejos de todas las almas,
De todo lo tierno, de todo lo suave.
Silencio, tristeza, la muerte más cerca
en el marco triste y sin luz de la tarde.
Respecto al tema de la muerte, he escogido el poema que se titula “Me voy a morir”, publicado en 1962 y donde, como muchos otros poetas, Vilariño expresa la idea de que en la vida estamos de paso; pero en este poema en particular, ella asume su propia muerte que la va a despojar de todo lo que es significativo para ella, incluyendo el amor.
Me voy a morir
Me voy a morir
me voy a morir
devoro la sombra
los lampos el último
filo de oro el último
rosa con amor
sabiendo mirándolos
con el desapego
del que está de paso
sabiendo viviendo
la muerte que pronto
me quitará ojos
para verlo olfato
para respirarlo
me quitará a mí
a mí de mi sitio.
Por eso lo miro
poniendo los ojos
la piel el amor
la horrible tristeza
y ese desapego
porque estoy de paso.
Espero que el lector que no se haya acercado a la poesía de Idea Vilariño pueda hacerlo, la experiencia le será gratificante pues, esta mujer, al igual que Juana de Ibarbourou e Ida Vitale, nos ha dado y legado una obra poética de enorme calidad.
Sergio Inestrosa (San Salvador, 1957) es escritor y profesor de español y de asuntos latinoamericanos en el Endicott College, Beverly, de Massachusetts, Estados Unidos.
Crédito de la imagen destacada: Ediciones Universidad Diego Portales.