Escrita de una manera pulcra y elegante, Antonio Ostornol concibe en esta novela una obra inolvidable, donde la sensibilidad y las cualidades del personaje principal nos llevan a un viaje lleno de dolor, pero también de una belleza pura y honesta.
Por Cristián Brito Villalobos
Publicado el 15.3.2021
Un encuentro azaroso entre dos chilenos en Nueva York. Ambos músicos. Ambos extraviados. Ambos en búsqueda de algo. Así inicia Chino, de Antonio Ostornol (1954), publicada por Ediciones De la Lumbre (2020).
Chino no tuvo una infancia feliz. Extraviado en el mundo, se cría en una casa cuya familia está trizada y su presencia no es bienvenida por el padre, quien lo castiga duramente, atándolo y dejándolo solo en una habitación oscura.
Su madre, sumisa, se resigna al dolor. Es en este ambiente donde el Chino vive el desamparo y su orfandad, al tiempo que adquiere su carácter y temple. Las melodías de miles de saxos soplan en el aire, y allí se refugia el Chino.
Como si el jazz fuera una extensión de su cuerpo, algo vital que no puede dejar, esa música profunda y poética lo estimula y guía su camino. Hablamos de un ser errante que halla, o cree encontrar su destino al conocer a Soledad, tan bella y misteriosa como el mejor solo de saxo.
Sin embargo, nada es para siempre. Por otra parte, la sombra de su padre, un ser vil y perverso que lo castiga y tortura, lo persigue durante toda su vida. Asimismo, el fantasma de un hermano músico ausente lo acorrala en una melancolía profundamente triste.
Abelardo Rojas, su maestro, le regala un saxo y desde ese momento todo cambia para el Chino y el futuro comienza a verse más alentador. El Chino se acuesta con una mujer mayor y vive la bohemia propia de la vida de un músico.
En el colegio, Miss Goodman, su profesora, le provoca una extraña excitación, una atracción mutua que es fuerte e ineludible. Ella se preocupa por él y lo protege, mientras el Chino ya es un músico y se integra a una banda profesional.
Viaja a La Serena en busca de sus padres, pero todo ha cambiado, su madre ha muerto y su padre se ha ido. El Chino vuelve a ser un huérfano y así continúa su derrotero. Siempre acompañado de su saxo y de la música.
Chino es una novela sumamente conmovedora, y el lector se adentrará en una trama que absorbe desde el inicio.
Escrita de una manera pulcra y elegante, Ostornol concibe una obra inolvidable, donde la sensibilidad y las cualidades del personaje principal nos llevan a un viaje lleno de dolor, pero también de una belleza pura y honesta.
Se trata de una de esas novelas que el lector no quiere que acabe y que quedará ineludiblemente en su retina. Sin duda estamos frente a una obra mayor, donde la literatura y la música se funden dando vida a una sinfonía hermosa e inolvidable. Un excelente libro. Un lectura muy recomendable.
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Cristián Brito Villalobos (Antofagasta, Chile, 1977), además de poeta y escritor es periodista titulado en la Universidad Católica del Norte y magíster en literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Imagen destacada: Antonio Ostornol.