Presentado en la Competencia de Cine Chileno del Santiago Festival Internacional de Cine 2018 este largometraje de no ficción es una obra audiovisual que nos hace reflexionar no solo en torno a la cuestión de la inmigración sino también acerca de lo que significa ser parte del planeta y sobre nuestra olvidada “hermandad terrícola”. También se encuentra en la cartelera comercial gracias al programa Miradoc.
Por Rodrigo Torres Quezada
Publicado 26.8.2018
El documental Petit Frère estuvo compitiendo en Sanfic 14 en la categoría de Cine Chileno y obtuvo el premio al mejor sonido. Su historia trata sobre un hombre haitiano (Petit Frère) quien habla sobre su situación en Chile y, por extensión, de los problemas sociales y culturales a los que se han visto enfrentados sus compatriotas en una tierra desconocida.
Hace poco tiempo atrás, circuló por las redes sociales un video donde un joven haitiano lloraba dentro de un supermercado Líder. Otro haitiano, que sí hablaba bien el español, explicaba que al joven los guardias lo habían detenido pensando que había robado. Pero no, no fue así. De hecho, el joven tenía al día sus papeles migratorios e incluso estaba en un trabajo estable. Esta anécdota no aparece en el documental pero da cuanta de lo que este quiere expresar: la comunidad haitiana en Chile ha tenido que hacerse un espacio en el país, a base de demostrar que no vienen a robar ni a quitar opciones de trabajo, sino a encontrar una mejor calidad de vida.
La estructura del documental no es tan diferente a otros trabajos de este tipo, salvo que juega con la idea de la conquista espacial de Marte. Esto sirve como línea central a la pregunta que surge: ¿no es que acaso todos somos inmigrantes que hemos venido a la vida a ocupar espacio en un planeta que nunca nos llamó? ¿No se ha forjado toda historia de cualquier país a base de la inmigración? Chile, por ejemplo, estuvo obsesionado en el siglo XIX por traer europeos para que colonizaran el sur chileno. Y aunque eso significó deforestación y quema de bosques, hoy en día se mira con respeto a aquellos colonos. Entonces, ¿por qué a los haitianos se les ve con desprecio si no han causado ningún deterioro social?
Este documental también posee cierto humor que refleja que quizás en Chile aún no entendamos mucho lo que significa compartir. Ni mucho menos se nos pasa por la mente que en realidad somos ciudadanos del mundo. Por ello, volviendo a la comparación que hace el documental con respecto a una futura colonización de Marte, cabe preguntarse: ¿por qué ahí sí se puede llegar y establecerse como si siempre Marte le hubiese pertenecido a los terrícolas? ¿Y por qué, en cambio, a las mismas personas de la Tierra hay que colocarles tantas trabas y prejuicios solo porque están en un país en el cual no nacieron?
Petit Frère es un muy interesante documental que nos hace reflexionar no solo en torno a la cuestión de la inmigración sino también acerca de lo que significa ser parte del planeta y nuestra olvidada “hermandad terrícola”.
Tráiler:
Rodrigo Torres Quezada (Santiago, 1984) es egresado del Instituto Nacional “General José Miguel Carrera” y licenciado en historia de la Universidad de Chile. Ha publicado los libros de cuentos Antecesor (2014) y Filosofía Disney (2018) bajo el sello Librosdementira. También ha dado a conocer distintos relatos de su autoría en La Maceta Ediciones (2017) y la novela titulada El sello del pudú (Aguja Literaria, 2016). Lanzó, asimismo, el volumen de ficción Nueva narrativa nueva (Santiago-Ander, 2018), y obtuvo el primer lugar en el concurso V versión Cuéntate algo de Biblioteca Viva (2012). El año 2016, en tanto, se quedó con el primer lugar en el I Concurso Literario del Cementerio Metropolitano.