Este largometraje de ficción vietnamita -que participa en la Competencia Internacional del Santiago Festival de Cine 2019- es un drama basado en lo histórico que no debe perderse en dicho elemento. Más allá de cuestiones cinematográficas, pareciera ser que su directora nos invita a reflexionar acerca del entorno en el cual vivimos, y también, sobre lo que estamos haciendo para deshacernos de este.
Por Carlos Pavez Montt
Publicado el 21.8.2019
Lo más importante de ver una película radicaba en otro siglo es, si se quiere aprender de ella, concordar los hechos narrativos con el propio tiempo histórico. La historia de May, muy bien interpretada por Nguyen Phuong Tra My, ocurre en el territorio rural del Vietnam del siglo XIX. El filme se mueve entre un aire de tranquilidad y opresión. Esto en el sentido de que la secuencia de fotogramas transcurre con calma y que, a la vez, se construye un ambiente que está constantemente reprimiendo a sus personajes por medio de la tradición.
La tercera esposa está plagada de imposiciones hacia los personajes femeninos. Y en efecto, así ocurría en esos tiempos y en esas tierras tan lejanas del Oriente. Esto no debería ser un problema para el espectador, es decir, que las acciones sean tan distantes no debería enceguecer una posible comparación con la realidad en que vive. May es obligada a casarse a los catorce años, las mujeres viven en torno a una figura autoritaria como lo es el varón, la tradición hace imposible que, por ejemplo, a la hermana de Son le regalen un caballo como a él.
Bueno, sin ir más lejos aún, estas cosas, si bien no ocurren explícitamente como aparecen en el filme, revelan una semejanza con el sistema occidental en el que estamos inmersos. Hace poco los matrimonios también se arreglaban. Todavía hay mujeres que no pueden jugar fútbol, por decir un ejemplo, o dedicarse a profesionalmente a ese deporte con la misma estabilidad que un individuo masculino. Sin embargo, lo más importante es que, en la película de Mayfair se nos presenta –o representa– un sistema patriarcal, autoritario y opresor con sustento en la tradición.
La tradición, que tanto nos sigue pesando hoy en día, es el medio por el cual se fundamenta las decisiones sociales de una época. Es lo que silencia a las mujeres o a cualquier entidad que se haya visto discriminada por un modo de pensar y de organizar una sociedad que no respeta sus derechos. Es la espada, o los carabineros, que se pone en el cuello de quien rompa con lo establecido o de quien salga a las calles a causa de los años de castigo implícito a su ser propio. Es lo que debe romperse si se quiere generar un cambio que ha sido combatido durante siglos.
La tercera esposa es un drama basado en lo histórico que no debe perderse en dicho elemento. Más allá de cuestiones cinematográficas, pareciera ser que Mayfair nos invita a reflexionar sobre el sistema en que vivimos y, también, sobre el qué estamos haciendo por deshacernos de este.
Carlos Pavez Montt (1997) es, en la actualidad, un estudiante de licenciatura en literatura hispánica de la Universidad de Chile. Sus intereses están relacionados con ella, utilizándola como una herramienta de constante destrucción y reconstrucción; por la reflexión que, el arte en general, provoca en los individuos.
Un fotograma de «La tercera esposa» (2018), de la realizadora vietnamita Ash Mayfair
Carlos Pavez Montt
Tráiler:
Imagen destacada: Nguyen Phuong Tra My en La tercera esposa (2018), de la realizadora vietnamita Ash Mayfair.