«En una totalidad armónica y feminista, Valentina Reyes realiza una obra que propone al tiempo como la condición de posibilidad de realizar un mundo distinto al de hoy», afirma el crítico del Diario «Cine y Literatura» acerca de este título que se acaba de estrenar en el Santiago Festival Internacional 2020.

Por Carlos Pavez Montt

Publicado el 17.8.2020

La cotidianeidad, la convivencia y el tiempo moderno.

La secuencia de los fotogramas permanece tranquila, bien planeada, tranquilamente ejecutada durante la totalidad que termina por conformar el paso del tiempo. Los minutos suceden y con ellos se muestra la vida, los días cruciales de una familia de clase media constituida por tres años sucesivos.

La interpretación hecha por la subjetividad permite una interpretación de los hechos. Las imágenes virtuales, visuales y sonoras nos transmiten una armonía separada por las características, por la conducta, por las normas que las estructuras formales han imprimido sobre los cuerpos.

En una suerte de contraste, la película se edifica sobre la experiencia ya construida. La totalidad que conforman las mujeres de la casa se configura como una armonía sólida, melancólica, transmisora tanto de información objetiva como de emociones desde un sentido a otro.

Así, la identidad de cada una de las protagonistas queda clara sin la necesidad de entrar en el profundo y complicado terreno subjetivo. La individualidad psicológica queda fuera justo, justo cuando el mundo nos pide a gritos el regreso del concepto que lo involucra en el universo infinito de lo cósmico.

El sentir femenino se proclama como una unidad, como un organismo que debe imponer su discurso ante la estabilidad casi permanente de los hechos. Las redes que atrapan lo secular, los medios que esconden la transgresión mediante la censura no pueden hacer nada ante la expresión.

La vejez supone el paso de los años y la transición desde un paradigma hacia otro, la juventud, la voz que debe gritar más fuerte que la represión. La figura que carga con el peso de las transiciones es la misma que debe decidir por el todo. Y la hipermodernidad sigue arrastrando a la cotidianeidad de las costumbres por su flujo autoritario, jerárquico y exclusivo.

En una totalidad armónica y feminista, Valentina Reyes realiza una obra que propone al tiempo como la condición de posibilidad de realizar un mundo distinto al de hoy.

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Carlos Pavez Montt (1997) es licenciado en literatura hispánica de la Universidad de Chile, y sus intereses están relacionados con ella (con la literatura en lengua romance), utilizándola como una herramienta de constante destrucción y reconstrucción, por la reflexión que, el arte en general, provoca entre los individuos.

Valentina Reyes

Tráiler:

Carlos Pavez Montt

Imagen destacada: Las mujeres de mi vida (2020).