Mucho de lo que al final del día nos muestran como “nuevo”, es un refinamiento, o una readaptación de patrones existentes hace milenios. Más bien, a mi parecer, habría que contar la historia completa: ¿En qué momento dejamos de vivir en comunidades con valores colectivos, para luego en su defecto ser arrojados a la selva de la ciudad moderna y uniformadora? ¿Existirán civilizaciones en el Universo, interesadas en explicarnos el verdadero manejo de los recursos naturales, y el sentido de nuestra evolución como especie?
Por Carlos Ravest Letelier
Publicado el 17.2.2018
La madrugada del 3 de febrero de 2018 partió un poco más agitada de lo normal en Licantén, región del Maule, luego de la denuncia interpuesta por la familia de Emmelyn Canales, la cual daba cuenta de la desaparición de una niña de 11 años.
El acusado de secuestro José Navarro (31 años), se habría ganado la confianza de los abuelos de la pequeña Emmelyn, mediante la performance de brujo sanador. Aludiendo a la existencia de un tesoro enterrado en el cerro El Quelmen, Navarro habría logrado conducir al abuelo de Emmelyn y a la pequeña hacia el monte, golpeando posteriormente con una pala al abuelo, huyendo con la menor.
En días donde se celebra la fundación de Santiago del Nuevo Extremo, y se conmemoran la batalla de Chacabuco, y la declaración de la Independencia de Chile, José Navarro pone sobre la mesa el rol de las rutas sagradas, y aliña el debate en torno a la pena de muerte. Si el confeso secuestrador buscaba continuar la ruta trazada por Pedro de Valdivia, el extravío y la muerte auto inducida posiblemente habrían terminado con la vida de la pequeña Emmelyn. Considerando que el parte médico emitido por el Hospital de Curicó descartó la posibilidad de un ataque sexual a la menor, y tomando como base la condena por abusos de ese tipo con la cual cargaba anteriormente el delincuente, todo indica que estaríamos frente a una especie de milagro.
Si Navarro hubiese cometido un delito contra la menor, ¿es la pena de muerte, la mejor forma de corregir su comportamiento, y así aliviar el dolor de la familia violentada? Los diagnósticos psicológicos además de tender a la “patologización” de las personas, tienden a pasar por alto un debate respecto del comportamiento de los seres humanos. El mito que responsabiliza al factor genético como el principal causante del comportamiento de los individuos, es un síntoma moderno producto de la atomización de la realidad. Diversos estudios demuestran, contrario a lo que reza la tendencia moderna, que es la «personalidad» la cual, mediante las experiencias, va construyendo una forma de reaccionar frente al entorno, pudiendo transformar en algunos casos, gran parte de lo que viene heredado genéticamente.
Por lo general, la “estructura de la personalidad”, en personas asociadas a sectas, o a la categoría de “brujo sanador”, tiende a poseer un mínimo común como base. Personas con experiencias familiares disfuncionales, con un manejo de la oratoria por sobre el promedio, y algunos estudios básicos sobre religión y misticismo, tienden a desarrollar con facilidad un carisma de líder, en comunidades donde muchas veces no existe mayor información sobre el funcionamiento de ciertos fenómenos sobrenaturales.
Charles Manson, Antares de la Luz, y José Navarro, sin la necesidad de ser completamente convincentes, entendiendo que las instituciones contemporáneas cargan con un descrédito que supera a la mayoría, sacan bajo la manga la estrategia de invocar valoraciones y creencias comunes sin un fundamento consistente, donde el foco está puesto en la identidad y en el sentido de comunidad. Lo importante más que el contenido, es ser capaz de levantar un proyecto alternativo a las instituciones imperantes, donde el sacrificio de personas, el desarrollo de ritos herméticos sin mayor estudio, el tráfico de información privilegiada, puede ser el valor agregado que los distinga del resto de las sociedades modernas.
Mucho de lo que al final del día nos muestran como “nuevo”, es un refinamiento, o una readaptación de patrones existentes hace milenios. Más bien, a mi parecer, habría que contar la historia completa: ¿En qué momento dejamos de vivir en comunidades con valores colectivos, para luego en su defecto ser arrojados a la selva de la ciudad moderna y uniformadora? ¿Existirán civilizaciones en el Universo, interesadas en explicarnos el verdadero manejo de los recursos naturales, y el sentido de nuestra evolución como especie?
Imagen destacada: El ciudadano José Navarro, inculpado por el secuestro de Emmelyn Canales, luego de ser detenido por efectivos de la PDI
Crédito de la fotografía: Diario El Día de La Serena