Viajes a Brasil, comida congelada, pizzas frías, amores incompletos, noches de verano y canciones de Mecano, funcionan de coro y de puesta en escena para una novela vertiginosa, la cual arrolla como un tren de la mejor ficción sudamericana.
Por Joaquín Escobar
Publicado el 10.11.2019
Dani Umpi (Tacuarembó, Uruguay, 1974) todavía no tiene en Chile la popularidad que merece. Su trabajo como escritor y músico no ha sido del todo (re) conocido, más bien circula por circuitos under esperando popularizarse y entrar de lleno en un mercado artístico que por lo general deambula entre las mismas formas y temáticas.
La prestigiosa Blatt y Ríos cruzó la cordillera hace un par de meses. Posicionándose como una de las editoriales más onderas del circuito literario independiente argentino, acaba de publicar Sólo te quiero como amigo (Blatt & Ríos, 2019) del escritor uruguayo Dani Umpi. La novela comienza con la ruptura amorosa de una pareja homosexual. Las despedidas, los llantos, los odios y las futuras maldiciones comienzan a tomar terreno, pero lo que más preocupa en el momento de los adioses es el destino de una juguera que alguno se debe quedar. Este guiño -quizás involuntario- hace recordar a El cepillo de dientes de Jorge Díaz. La banalidad de un objeto que supone una discordia es el botón de una sociedad que disfraza de amor lo que solo es superficialidad.
Siguiendo a Sigmund Baumann, los protagonistas de la novela son seres líquidos en contextos líquidos. No hay espacio para los momentos políticos ni para las reflexiones que huyan del ombliguismo. Todo transcurre en espacios cerrados íntimos -como si no existiera lo público-, por ende, hallamos la figura de la posmodernidad en su máxima expresión.
Es interesante el posicionamiento que tiene el narrador dentro de su relato. Por lo general, en las historias de amor siempre se narran desde un proceso de victimización, desde el papel del herido, y si bien es cierto que acá también hallamos ese lugar, igualmente hay espacio para ver la configuración de una personalidad indecisa, quebrada, obsesiva y necesitada de certidumbres. Hay una humanización en la que el concepto de ser juez y parte cobra total relevancia. Existe lo acusatorio pero también lo introspectivo.
La novela transcurre en Montevideo, pero en una capital rioplatense silenciosa que pareciera no tener fuerza. A veces pareciéramos estar en un lugar neutro que podría ser Baires o Santiago, pero que se reconoce por la rambla donde el protagonista sale a trotar. En estos paseos se encuentra varias veces con su ex suegra, cuestión propiamente uruguaya, tener encuentros casuales (o quizás causales) en una urbe que sigue sintiéndose una comunidad.
Larvas, viajes a Brasil, comida congelada, pizzas frías, amores incompletos, noches de verano y canciones de Mecano, funcionan de coro para una novela vertiginosa que arrolla como un tren de la mejor ficción sudamericana.
Joaquín Escobar (1986) es escritor, sociólogo y magíster en literatura latinoamericana. Reseñista del diario La Estrella de Valparaíso y de diversos medios digitales, es también autor de los libros de cuentos Se vende humo (Narrativa Punto Aparte, 2017) y Cotillón en el capitalismo tardío (Narrativa Punto Aparte, 2019).
Asimismo es redactor permanente del Diario Cine y Literatura.
Imagen destacada: Dani Umpi, por Facundo Barisani.