Esta co-producción española y argentina debida al galardonado cineasta iraní -nominado personalmente a un Oscar en 2012- es un filme que va, como el buen vino, mostrando aroma y cuerpo ligeros al principio, luego un cuerpo potente y un final largo y pronunciado en el triunfo de los pueblerinos encima de los advenedizos y los afuerinos. Grandes actuaciones de Penélope Cruz, Javier Bardem y de Bárbara Lennie.
Por Cristián Garay Vera
Publicado el 1.10.2018
El casamiento en un pequeño pueblo de España es la excusa para que Laura (Penélope Cruz) asista de visita desde Argentina con sus dos hijos. La ocasión, que ocupa con preciosismo una parte importante del metraje, nos muestra un ambiente pueblerino, donde las tensiones no afloran sino en el contexto de bares y de conversaciones.
Co-producción hispano-argentina, con tres estrellas, Ricardo Darín, Penélope Cruz y Javier Bardem, y la dirección y guión de Asghar Farhadi (El viajante, Irán, 2017), que avanza con paso firme en un relato que familiar deviene progresivamente en un thriller. La música (Javier Limón) y la fotografía (José Luis Alcaine) están cuidadamente elaboradas, a la tal punto que las imágenes icónicas del pueblo se pueden recordar por su belleza, y que son consistente con la filmografía del director, experto en familias y localidades pequeñas.
Así se nos muestra a Paco (Javier Bardem) paralelamente como un mediano productor de vinos, que va por la vida con un socio algo díscolo, y que es parte del decorado de la fiesta y del pueblo. Más si Laura y Paco han tenido muchos años antes una relación.
De ese modo, en este ambiente familiar y lleno de confidencias, pueblo grande infierno chico vale aquí, la cámara no ahorra detalles de una fiesta que se desarrolla con un lente que no pierde minucias de la alegría colectiva. Hasta ahí, se trataría de una postal casi turística de algún pueblo perdido de Castilla La Mancha, aunque el novio sea catalán. Porque de pronto la hija mayor de Laura, Irene (Carla Campra) desaparece, y tras un aguacero interminable, un corte de luz en la fiesta , y las búsquedas de Lola y Paco, va haciéndose a la luz que la muchacha está perdida.
Las cosas se aclaran cuando la chica en realidad ha sido secuestrada. Hay alguien que ha dejado un set de recortes de otro caso similar en la cama. Pero la advertencia de no comunicar nada a la Guardia Civil, hace que la búsqueda la haga Paco, quien ha tomado inusual interés en el asunto
A partir de allí, hay disquisiciones varias. Alejandro, marido de Laura (Ricardo Darín) está pronto a llegar, pero se encuentra sin trabajo hace dos años. Y hay un rescate que pagar, que llega simultáneamente como petición a Paco. En el curso de los minutos siguientes la trama se complica bastante. Aparece que la viña ha sido vendida a un precio inferior a su costo real por Laura a Paco cuando ésta era más joven. La familia central está recriminando esa venta, y el abuelo se siente estafado porque sus antiguos jornaleros tengan más dinero: el hijo de una sirvienta, le dice a Paco (por éste), se sienta a su mesa.
Aquí entonces el clima de maledicencias alcanza su tope. Impulsados por el deterioro mental de Laura, Paco empieza gestiones para vender su parte de la viña. También se percibe que la familia tiene cuentas pendientes con él. Los rumores y chismes van alcanzado dimensiones más concretas.
El resto es la venganza: todo el entramado es para despojar a Paco de las tierras y de su dinero. La figura de Laura como epicentro de todas las acusaciones de la ruina de su familia, se acrecientan con una actuación maciza de Penélope Cruz como la madre acongojada e incontrolable, llevada por las circunstancias, de modo que es imposible tener un camino distinto al asunto como entregar el caso a la policía. Mientras tanto los odios familiares van evidenciando, ante un Paco que no consulta a su pareja (la actriz Bárbara Lennie), una serie de decisiones, como vender la parte de la viña a un precio muy inferior de lo que vale, que le afectarán el resto de su vida. Tampoco es mejor la relación entre Paco y Alejandro.
La resolución es una victoria para esa guerrilla de maledicencias, en que parece se cobra toda la vida pasada. Ni siquiera el rescate lleva a verdades, y aunque hay una culpable, aparece un colectivo dispuesto a despojar a Paco de su pequeña empresa, pero quizás más a castigarle a causas de esas deudas pendientes. Un filme que va, como el buen vino, mostrando aroma y cuerpo ligeros al principio, un cuerpo potente, y un final largo y pronunciado en el triunfo de los pueblerinos sobre advenedizos y afuerinos. Los secretos se han impuesto.
Todos lo saben. Dirección: Asghar Farhadi. Guión: Asghar Farhadi. Música: Javier Limón. Fotografía: José Luis Alcaine. Elenco: Ricardo Darín, Penélope Cruz, Javier Bardem, Carla Campra, Bárbara Lennie, Eduard Fernández, Inma Cuesta y Elvira Mínguez. España-Argentina, 2018.
Cristián Garay Vera es el director del magíster en Política Exterior que imparte el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, casa de estudios de la cual además es profesor titular.
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