El proletariado de fines del siglo XIX e inicios del 1900 se vuelve protagonista en esta triada -escrita hace más de 100 años por Antonio Acevedo Hernández- de la mano de la Compañía La Dramática Nacional. Las obras se exhibieron el jueves 5 (“Chañarcillo”), viernes 6 (“La canción rota”) y sábado 7 (“Almas perdidas”) a tablero vuelto en la sala del Teatro Nacional Chileno.
Por Sofía Miranda Valdebenito
Publicado el 11.12.2019
La Trilogía Proletaria presentada hace unos días en el Teatro Nacional Chileno se compone de las obras Chañarcillo (1936), La canción rota (1933) y Almas perdidas (1917). En cada una de ellas se retratan las vivencias hostiles del pueblo obrero y del campesinado en sus aristas de marginalidad, alcoholismo, violencia y abuso. La dramaturgia de Antonio Acevedo Hernández (1886 – 1962) se sustenta en la visibilización de la población más vulnerada y en su lucha por alcanzar la dignidad en espacios laborales y sociales. A este registro se le conoce como como Teatro Social.
Para su puesta en escena se contó con la asesoría de Gabriel Salazar —historiador y Premio Nacional de Historia— quien orientó a la compañía en los detalles de la época a retratar; además para los elementos musicales y de baile participaron activamente la folclorista Margot Loyola y Osvaldo Cádiz.
Chañarcillo
La vida de los mineros del norte de Chile durante el inicio del siglo XX se explora desde la explotación, precariedad y ambición a la que son sometidos hombres y mujeres del pueblo de Juan Godoy. Es en una cantina en donde se desentrañan las miserias de su existencia y las relaciones de poder que los dominan. El rol de las mujeres también se toca, ya que son ellas las encargadas de entretener y de servir a los trabajadores.
La canción rota
Los campesinos de la zona central de Chile son retratados en esta pieza. Aquí se observan las profundas desigualdades entre el patrón y sus trabajadores, quienes resisten día a día las injusticias de las que son víctimas. El quiebre se produce con la llegada de Esteban, quien luego de 20 años, regresa al pueblo y conmina a los campesinos a alzarse en contra de las vulneraciones que sufren en la hacienda y así dejar de normalizar un sistema que los exprime (y oprime) a diario.
Almas pérdidas
Un conventillo del Santiago de los años 20 acoge variados personajes: prostitutas, obreros, presidiarios, huachos, líderes sindicales y policías corruptos. Todos ellos buscan salir del espacio de marginalidad que los oprime y conmina a una vida deplorable. El concepto de ciudad se ve tensionado en la profunda segregación social de este espacio que pareciera estar mejor aspectado que la vida en el campo, norte y sur de Chile, pero que aun así les niega la posibilidad de surgir.
Las tres obras cuentan con las destacadas actuaciones de Hugo Medina, Íñigo Urrutia, Agustín Moya y Giordano Rossi en un elenco compuesto por 20 actores y músicos, proyecciones audiovisuales, música y canto en vivo y una escenografía muy bien trabajada. Al finalizar cada representación se realizó un conversatorio con los asistentes donde se abordó la vigencia de las problemáticas sociales actualizadas a la realidad nacional.
Sofía Miranda Valdebenito (1983) es escritora, editora y traductora. Cursó licenciatura en literatura hispanoamericana (Universidad de Chile) y traducción inglés-español (Instituto Chileno Británico). Su primera obra literaria —El orden de la tierra— es parte del catálogo 2020 de Ediciones Filacteria.
Ficha técnica:
Autor: Antonio Acevedo Hernández.
Dirección: Nelda Muray Prado, Carola Rebolledo y Carolina Araya.
Dirección audiovisual: Erwin Scheel.
Dirección musical: Nicolás Rodríguez y Paola Lucero.
Iluminación: Fernanda Balcells.
Sonido: Simón López.
Jefa tramoya: Carmen Demarta.
Vestuario: Camilo Saavedra.
Escenografía: Loreto Martínez.
Utilería: Nelda Muray Prado.
Maestro de historia: Gabriel Salazar.
Maestro de bailes: Osvaldo Cádiz.
Elenco: Hugo Medina, Jorge Rodríguez, Íñigo Urrutia, Nelda Muray Prado, Carola Rebolledo, Carolina Araya, Khaled Darwich, Mario Soto, Ricardo Carvajal, Paola Lucero, Carmen Demarta, Alejandra Pérez, César Ramírez, Francisco Cuevas, Laura Hernández, Javier Carrasco, Pablo San Martín, Leonardo De Luca, Nicolás Yusta y Carlos Talamilla.
Crédito de las imágenes utilizadas: Teatro Nacional Chileno.