Basada en el libro «Horse Soldiers», de Doug Stanton, relata la misión de doce soldados de fuerzas especiales norteamericanos en Afganistán, para conducir una estrategia de acompañamiento a las tropas de un caudillo local, quienes buscan la caída de Mazar-I-Sharif.
Por Cristián Garay Vera
Publicado el 13.3.2018
Afganistán es cementerio de imperios e invasores. Así fue por siglos, y nada parece que haya cambiado mucho con guerreros que con toda clase de armas resisten a sus enemigos. Esta película, más allá del tono patriótico (basta escuchar la letra de la canción final) disecciona la naturaleza y aciertos iniciales de la intervención de Estados Unidos en Afganistán. Una forma pedagógica de observar el proceso que llevó a la acción de las tropas especiales. Si alguien vio «La novena compañía», de Fiódor Bondarchuk (2005), la versión soviética del desastre precedente en Afganistán, podrá comparar dos momentos distintos y el deterioro del control político.
Basada en el libro Horse Soldiers, de Doug Stanton, relata la misión de doce soldados de fuerzas especiales, para conducir una guerra de acompañamiento a las tropas de un caudillo local en busca de la caída de Mazar-I-Sharif. La misión prácticamente suicida, de hacer en los cordones montañosos una guerra aérea con un exiguo contingente de tropas especiales en terreno, encargadas a un carismático capitán Mitch Nelson (Chris Hermswotrh, ex Thor), fue un diseño arriesgado para evitar tener que colocar más tropas en el terreno, lo que a la larga, hay que precisar que sí terminaron haciendo los Estados Unidos y sus aliados. Pero en este momento, inmediatamente posterior a los ataques del 11-S en Nueva York, el cometido es asesor y para apoyar la arremetida de un general Abdul Dastum (Navid Negahban) de la Alianza del Norte, tras el asesinato de su líder histórico, el León de Pashmir.
La alianza es un inestable conglomerado de etnias y jefes locales, formados en la lucha contra los soviéticos y cuyos componentes eran las minorías étnicas como los uzbekos. Ellos habían sido marginados tradicionalmente por la etnia dominante, los pastunes, incluso al punto de negarles la educación, y que fueron la punta de lanza contra los talibanes. Pero también poseen rencillas, y la semilla de la división anida al momento siguiente de la victoria.
El régimen talibán, mostrado en su faceta de terror político religioso, está en su plenitud, y tiene abundantes elementos blindados, artillería y los temibles lanzacohetes (los sucesores de los Órganos de Stalin de la II Guerra Mundial) confiscados a los soviéticos. Contra esto, la unidad abre el camino iluminando los objetivos con láser, y permitiendo a los aviones iniciar los bombardeos de precisión, y luego controlar el terreno con las unidades de la Alianza del Norte.
La notable imagen de una unidad, en pleno siglo XXI, montados a caballo nos haba de la característica tan propia de esta guerra, una guerra librada con armamento sofisticada, pero con técnicas de observación del XIX, debido a la existencia de agujeros negros para la conectividad satelital y la eficacia de los aviones y medios tecnológicos estadounidenses. Esto hace distinguir los conceptos. Los estadounidenses son soldados, preocupados hasta el infinito de sus propias pérdidas. Los afganos y uzbekos son guerreros, que se mueven por el corazón y para los cuales la muerte es un honor. Trabajar el concepto de unos y otros entre el general uzbeko y el militar estadounidenses es de una sutileza que atraviesa todo el largometraje.
Eso explica el notable avance que permite la destrucción del aparato oficial del régimen, que se refugia en cuevas y en las alturas para tomar tácticas más guerrilleras, y que permanece amenazante tras la derrota, que fue la más grave, infringida por esta unidad especial. Es que tal como dicen los protagonistas, ganar la guerra era una cosa, y lograr la victoria otra, que ya no estaba en sus manos.
Tropa de héroes (12 Strong). Dirige: Nicolai Fulsing. Guión: Peter Craig. Actores: Chris Hermswotrh, Michael Shannon, Michael Peña, Taylor Sheridan, Navid Negahban Trevante Rhodes, Elsa Pataky. Producción: Warner Bros. Pictures. Estados Unidos. 2018. Duración: 1 hora y 44 minutos.
Cristián Garay Vera es el director del magíster en Política Exterior que imparte el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile.
Tráiler: