La local Ediciones del Trueno (2020) acaba de publicar un plaquette con los versos más logrados de la autora europea, extraídos de su libro «Parole» —prologado en su momento por el Nobel de Literatura, Eugenio Montale— y cuya traducción al castellano estuvo a cargo de la escritora nacional América Merino.
Por Carina Úbeda Chacana
Publicado el 30.7.2020
Ediciones del Trueno presenta una publicación fundamental para todo aquel que se interese en la literatura italiana, que constituye una muestra representativa y fiel del arco emotivo en que Antonia Pozzi (1912-1938) escribió su obra poética.
Es innegable que Antonia Pozzi construye uno de los mayores aportes de la poesía que emerge en Italia durante la primera mitad del siglo XX, mediante el excepcional lirismo que desarrolla en su trabajo poético, llegando a ser elogiada por Eugenio Montale (Premio Nobel de Literatura, 1978) quien propicia la difusión de la autora a través del prólogo que escribió para la tercera edición de Parole, libro publicado por Mondadori en 1948, donde se reúne toda su poesía.
En Chile se ha publicado recientemente la edición bilingüe Y serán las estrellas, una selección de poemas a partir de Parole. Aquí, cada texto se lee como si hubiese sido escrito en español, sensación que se nos permite experimentar gracias al prolijo trabajo de traducción de la escritora América Merino.
La plaquette comienza con un prólogo de la misma traductora, incorporando una de las icónicas fotografías de Pozzi. De esta forma, podemos conocer un poco más sobre su pensamiento antes de comenzar a leer su poesía: su interés en las áreas de la fotografía, la literatura y la filosofía, su posición política y su extraordinario amor por la naturaleza, especialmente por la montaña.
Antonia Pozzi se alejó de los cánones de la aristocracia a la cual pertenecía y decidió pasar largas temporadas en Inglaterra, Alemania y Austria para aprender otros idiomas y traducir a los autores que fue descubriendo. También fue una fuerte opositora del fascismo en plena dictadura de Benito Mussolini y cumplió una importante labor social apoyando a familias que quedaron en la ruina durante la crisis económica que existió en su país tras la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, los sentimientos de apego o, por lo menos, afables que expresaba Antonia Pozzi hacia su propia existencia, poco a poco van desapareciendo y —tal como menciona América Merino— se inicia: «la apertura de un carácter fraccionario que se eleva por sobre el escenario poético de la época». Esto se refleja en la dirección que describe la lectura, a partir de la cuidadosa disposición de los poemas escogidos: un recorrido mucho más cercano a una clave emotiva que a la reclusión de un marco temporal.
Un acierto, definitivamente, comenzando con el poema «La vida» y terminando con «La puerta que se cierra», escrito pocos años antes de su suicidio (a los 26 años de edad) producto de la desolación en la que Antonia se vio inmersa luego de la intervención de su padre en la relación que ella mantenía con Antonio Maria Cervi, provocando un quiebre definitivo y la presencia anticipada de la muerte.
De esta manera, Y serán las estrellas nos regala la oportunidad de abrir el horizonte de lectores en nuestro país de una autora sumamente necesaria de estudiar y profundizar, para poder sumergirnos en una experiencia poética fascinante:
La puerta que se cierra
Lo ves, hermana: estoy cansada,
cansada, agotada, sacudida,
como el pilar de una puerta angosta
al borde de un inmenso patio;
como un viejo pilar
que de por vida
fue una presa para el vuelo impetuoso
de una multitud encerrada.
Oh, las palabras prisioneras
que laten, laten
furiosamente
en la puerta del alma
y la puerta del alma
que en palma a palma
sin piedad
¡se cierra!
Y cada día el umbral se estrecha
y cada día el asalto es más difícil.
Y el último día
—lo sé—
el último día
cuando quede un solo hilo de luz
lloverá de la grieta extrema
adentro de la oscuridad
entonces será una ola monstruosa,
el impacto tremendo,
el grito mortal
de palabras no nacidas
hacia el último sueño del sol.
Y luego,
detrás de la puerta cerrada para siempre,
será la noche entera,
su frescura,
el silencio.
Y luego,
con labios cerrados,
con los ojos abiertos
en el enigma del cielo de la sombra,
será
—tú lo sabes—
la paz.
10 de febrero de 1931.
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Carina Úbeda Chacana (Valparaíso, 1978) es licenciada en arte, profesora de artes visuales y técnico profesional de fotografía. Desde 1999 ha participado en diversas exposiciones nacionales e internacionales. Actualmente se desempeña como artista visual en las siguientes expresiones: fotografía, instalación, performance y video-performance.
Imagen destacada: Antonia Pozzi (1912 – 1938).